Un año despues

viernes, 13 de noviembre de 2009

Parece mentira que ya haga un año que nuestras vidas fueron marcadas por este tan apasionante viaje....

Cuando vuelvo a leer este singular cuaderno de viaje y me pongo a mirar las fotos de la aventura, no puedo evitar emocionarme y que todo aquello, de una forma u otra, lo eche de menos.

Aquella experiencia nos marcó a todos, sin duda alguna... pero es ahora, con el tiempo, con la distancia, cuando has conseguido asimilar todo lo que viste y toda la informacion que recibiste, cuando empiezas a realizar todo lo que has vivido hace hoy ya un año. Fuimos unos privilegiados sin duda, pero para lo que nosotros fue un viaje con alguna que otra anécdota de supervivencia, es la realidad de toda esa gente que vimos: vivir en cabañas, el estado de las carreteras, el clima... (y aun asi teniendo una buena alimentacion y bebiendo agua potable, aunque en ese momento no nos apeteciese demasiado comer lo que teniamos en la mesa... ).

Ahora es cuando te das cuenta de que la obra de la causa SEK-UNICEF tiene sentido. Cada euro se convierte en una realidad, en una historia, en una historia de una niña o un niño que pueden ir a la escuela gracias a lo que ni siquiera nos cuesta una hamburguesa en un restaurante de comida rápida. Con ese euro, das ayuda para que se construyan letrinas, bombas de agua, puntos de agua para lavarse las manos (ahora más importante que nunca debido a la pandemia que estamos sufriendo) que son cosas que a nosotros nos parecen comunes, lógicas...que a veces ni pensamos en que para que el agua salga del grifo necesitamos toda una maquinaria, pero a ellos, y sobre todo a ellas, les estamos dando oportunidades para el porvenir, oportunidades para que el dia de mañana las puedan aprovechar y puedan llegar a ser el futuro de ese precioso y acogedor pais; porque al igual que Begoña, Alejandro, Marta y yo estamos estudiando para, quizás, quien sabe, ayudar a que este mundo sea un poco mejor dentro de unos años, esos niños y niñas pueden hacer lo mismo, o por lo menos, tengan la oportunidad de hacerlo como la estamos teniendo nosotros cuatro.

No quiero escribir esta pequeña entrada sin mencionar a la parte humana que me marcó en este viaje: por un lado, las sonrisas tan blancas, brillantes...resplandecientes de esos niños senegaleses que parecía que nos agradecían la vida misma cuando les dabamos la mano, les dabamos la flauta que llevabamos como regalo o simplemente les saludabamos o les mirábamos, esas sonrisas las tengo grabadas en la mente, y lo que es más importante: en el corazon.

Y por otra parte al "equipo": en primer lugar a José Luis Román y a Mar Roldán de UNICEF y José Luis Malaga y Andy Atkinson de la Institución Educativa SEK que fueron sin duda la viva imagen del espritu SEK-UNICEF, a Milagros Asenjo de ABC con su tan amada pesca, a Xavi el bromista que no paraba de grabar, y en último lugar a Marta, Begoña y Alejandro que desde ese viaje se han convertido sin duda en mis mayores apoyos.

Gracias a la Institucion Educativa SEK por hacer que toda esa aventura fuese posible y sobre todo a todos los padres, profesores y alumnos que hacen posible que este sueño se esté haciendo realidad.