viernes, 14 de noviembre de 2008
Hemos visitado un centro de formación de profesores en Ziguinchor. Desde luego, es admirable su labor, sobre todo cuando su vocación y experiencia se debe volcar en un máximo de nueve meses -hasta este curso sólo recibían formación durante seis meses-.
Los nuevos candidatos a profesores acceden al concurso estatal para obtener una de estas becas para formarse como docentes, tras haber superado sólo su certificado de secundaria. Tras superar este concurso llegan a un centro como el que hemos visitado. 11 centros públicos, uno por región, acogen en todo el territorio senegalés, a un grupo reducido de candidatos que se convierten en los privilegiados y que deben trabajar intensamente durante este periodo.
Nos recibe el director académico que explica con detalle la formación polivalente que deben ofrecer a los futuros profesores de Ed. Infantil y Primaria, sin especializarse: didáctica y pedagogía, fundamentalmente de la lengua francesa y de las matemáticas, gestión escolar, animación sociocultural y deportiva, legislación...: tres semanas de teoría y tres de práctica se suceden ininterrumpidamente hasta llegar a la evaluación final. Después, tras superar el examen correspondiente se convierten en profesores acreditados.
Durante la visita hemos entrado a su biblioteca y, como ellos mismos dicen, sólo es un viejo almacén de libros de pedagogía general.
Su sala de informática, que ha servido de centro de reunión improvisado, no tiene ni siquiera una sencilla conexión a internet que les permita acceder a las novedades del sector educativo y la ratio durante la formación es de un ordenador para cada cuatro alumnos.
Sus sueños podrían ser: conseguir tener un intercambio con profesionales de nuestros colegios durante algun periodo de tiempo para mejorar su didáctica, o que algún alumno pueda ampliar su fomación en nuestra universidad e incluso recibir profesores en su centro porque ayudar en la formación de sus alumnos, también recibir libros especializados para mejorar su bilioteca...
La situación, como podéis imaginar, no es la mejor. Lo saben, pero están orgullosos de los resultados. A las pruebas nos remitimos. Las escuelas que hemos visitado nos demuestran que sus profesionales a lo mejor no tienen la más completa de las formaciones pero sí la vocación y la ilusión de que las generaciones senegalesas más jóvenes tengan más oportunidades.
Lo que desde luego os podemos garantizar es que creatividad no les falta porque lo que se dice recursos...
Hasta pronto.
José Luis Málaga
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