lunes, 10 de noviembre de 2008


Fue ayer, día 9, cuando nos encontramos en el aeroupuerto. Un n° de mostrador 728 dará la salida y nos prepara para iniciar un emocionante e inolvidable viaje. Los nervios se notan en nuestros jóvenes embajadores. Y por supuesto, también en los que hemos recorrido algunos kms más. Para todos ilusión y ánimo de una experiencia unica.

Dakar nos recibe con su luz y su amabilidad. No puedo negar que es una ciudad que, comparada con lo que nos encontraremos en el interior, no representa verdaderamente los valores de este país.

Hemos tenido oportunidad en la oficina de Unicef-Senegal de conocer los logros alcanzados, pero no dudéis que queda mucho por hacer.

La visita al centro de adolescentes ACAPES durante la tarde nos ha puesto en nuestro sitio y nos ha llevado a reflexionar sobre otras realidades, sobre la necesidad de formar a los jóvenes, cada vez más, en habilidades que resulten útiles para escenarios tan dispares, y que también se encuentran en nuestras ciudades.
Me gustaría que fuese mañana y estar ya en Ziguinchor donde Senegal es distinto. Allí os descubriremos que la vida es posible en condiciones muy distintas a las que podemos imaginar, y que la felicidad es mayor cuanto más ofreces a los demás.
Volamos hacia Ziguinchor en la Casamance.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola compañeros y amigos desde SEK-El Castillo. Aunque no hemos tenido la suerte de acompañaros sí que estamos con vosotros, al menos espiritualmente; lo estamos y nos unimos a vuestra edificante misión y más en los tiempos que corren.

Un saludo muy cordial

José Antonio Tesier

Anónimo dijo...

Me encanta ver cómo el esfuerzo de los cooperantes se ve reflejado en las caras de esas chicas tan necesitadas de compañía y comprensión, sin contar con la necesidad ya sabida;el enseñarles cómo mantenerse y así poder seguir adelante y sacar a sus familias de la miseria que se les avecinaba.
Espero que disfrutéis y nos lo trasmitáis a nosotros con vuestros comentarios y fotos, ya que otros tenemos que verlo a distancia, pero otra vez será y quién sabe si podremos ir.... Un saludo desde Las Rozas. Madrid. Eva Barrado